Inspección técnica de fachadas

Inspección técnica de fachadas

El diagnóstico e inspección técnica de fachadas de los edificios es extremadamente importante para apoyar las decisiones racionales y técnicamente informadas sobre las acciones de mantenimiento y rehabilitación.

Con un diagnóstico fiable, se pueden identificar correctamente las causas probables de las anomalías y cómo las medidas de corrección adoptadas pueden ser más compatibles con los elementos existentes, promoviendo la durabilidad de las fachadas.

La inspección visual es el método más común para identificar las anomalías en la fachada de un edificio y, en muchos casos, esta técnica es suficiente para apoyar la decisión de intervenir. Sin embargo, el fenómeno patológico es complejo, y las anomalías observadas pueden indicar la presencia de otros defectos.

Aunque algunas anomalías pueden no ser visibles en una simple observación visual.

Este estudio pretende discutir la aplicación de las tecnologías emergentes en el diagnóstico y anamnesis de la fachada de los edificios, con el fin de automatizar la recogida de datos fiables in situ y, así, reducir la incertidumbre del diagnóstico.

El uso de estas técnicas puede ayudar a las metodologías de inspección existentes, ya probadas, basadas principalmente en la evaluación visual del estado de degradación de los elementos de los edificios.

Cómo hacer una inspección técnica de fachadas

La adopción de estrategias de mantenimiento adecuadas es la forma más eficaz de aumentar la durabilidad de los edificios y sus elementos. Sin embargo, una adecuada intervención requiere un diagnóstico preciso y fiable de los defectos y sus posibles causas.

Cada edificio es único y presenta diferentes tipos de defectos. No obstante, al analizar un edificio se pueden identificar ciertos patrones que se van repitiendo en casos similares donde el daño de la fachada ha superado los límites de seguridad y bienestar del vecindario. En otros casos, siendo un monumento histórico, se debe hacer un mantenimiento.

Un análisis sistemático de los datos recogidos durante las inspecciones de los edificios puede proporcionar una base de datos fiable que sirva de orientación para prevenir la aparición de defectos y la reparación de los existentes.

Inspección visual de la fachada

La inspección visual completa es un estudio realizado para observar y evaluar el estado de toda la fachada del edificio a una distancia adecuada desde el nivel del suelo u otros puntos de vista adecuados.

La persona competente y el inspector de la fachada, bajo la supervisión directa del jefe de obra, deberá observar y evaluar metódicamente el estado de todas las zonas de la fachada en sentido horizontal y verticalmente.

Entre otras cosas, el inspector de fachadas deberá buscar el deterioro real y el desplazamiento de los elementos de la fachada.

Para ello, se deben utilizar equipos como cámaras fotográficas y prismáticos para ayudar en la inspección de la fachada y para registrar el estado de la misma. Junto a ello, se deberán realizar fotografías que muestren todas las vistas de los alzados, las vistas lejanas y los primeros planos de las fachadas del edificio.

Inspección exhaustiva de la fachada

Una inspección exhaustiva es un estudio visual de la fachada con evaluación táctil, es decir, contacto físico con la fachada, empleando herramientas de sondeo, como, por ejemplo, varilla de golpeo, mazo de goma.

Aparte de esto, se procederán a hacer ensayos no destructivos con el uso de la tecnología adecuada. En otras palabras, usar el boroscopio, equipo de escaneo que no requiere una formación especial para su manejo.

Antes de que el inspector pueda empezar a ejecutar su inspección de la fachada, se requiere la aprobación del Comisionado de Control de la Construcción. Entonces, y acto seguido, se deberá hacer una inspección exhaustiva de cada punto de elevación del edificio, siendo estos menos de un 10% de la superficie total del edificio.

Realizar una consulta en una auditoría de fachadas

Una empresa realmente competente puede proporcionar las mejores auditorías de fachadas, obteniendo así información sobre procesos de ejecución y mantenimiento de las mismas, pues, estudiando la patología de una edificación, se puede detectar la mínima problemática o deterioro de la fachada en cuestión.

De esta manera, también se podrán prevenir futuros desperfectos que puedan afectar gravemente a cualquier tipo de edificación, desde viviendas residenciales, a monumentos o edificios históricos, colegios u otros similares.

Por ejemplo, en un sistema de fachada ligera, estas se caracterizan por su capacidad de tener una vida útil mucho mejor definida, cosa que acaba contradiciendo el concepto de construcción pesada que produciría una fábrica tradicional dedicada a este tipo de proyectos.

Tener totalmente controlado y estudiado el estado de la fachada es algo imprescindible para poder garantizar la mejor restauración y protección sobre la misma, haciendo que un buen inspector pueda acabar garantizando el mejor plan de renovación o rehabilitación posibles.

Otro método para llevar a cabo estos procesos es realizar inspecciones continuadas a pequeña escala de los diferentes componentes que componen una fachada, contando también con el mejor personal y maquinaria cualificada para tener todos los medios útiles para poder hacer el mejor trabajo posible.

Consultar con una auditoría producirá los unos informes detallados del proceso de remodelación, haciendo que todos los elementos que hemos comentado, junto con la patología a la hora de utilizarlos, puedan beneficiarse de la actuación profesional conveniente para obtener unos resultados que estén a la altura.

Como apunte final, las auditorías de fachadas pueden ser realizadas en varios momentos de la vida útil de un edificio como, por ejemplo: